Basta un poco de sentido común para entender que es imposible conocer o saber el porqué de todo. Cuando alguien, generalmente un hermano menor, sobrino (a) o algún pequeño comienza una cadena de "porqués" aunque seas muy sabio (a) y paciente inevitablemente llegas a un punto en el que ya no puedes responder con la misma certeza que a la primera pregunta que te hizo, probablemente terminarás diciéndole "Porque si" o "Solo Dios sabe" o cualquier argumento que trunque su insistencia. De momento te habrás librado de la inagotable curiosidad del chico o chica, sin embargo, si fuiste muy paciente con el o ella su cuestionamiento habrá convergido en un tema de gran complejidad como el sentido de la vida, el origen del universo, de dónde venimos... asuntos que son objeto de debates filosóficos o investigación científica, cosas que solo le preocupan a personas que escriben libros, trabajan en laboratorios, o imparten clases, son ajenos a nosotros puesto que a dif
"Una vida que no se cuestiona, no merece ser vivida"